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  • Cesky Krumlov y Praga en los tiempos del virus

    Cesky Krumlov y Praga en los tiempos del virus

     

    I mean where should I really even start…

    (Tengo algunos blogs agendados a futuro, por lo que probablemente esto se publique después, pero estoy escribiendo esto el 22 de marzo del 2020)

    Hace unos días estaba en Cesky Krumlov, consciente de que se acercaba una pandemia.

    El pueblo era muy pintoresco. La arquitectura del castillo era muy peculiar, me imaginé que en cualquier momento Rapunzel dejaría soltar su cabello. Y las calles como lo son en todos los lugares que he ido de República Checa eran pequeñas, caminables y silenciosas. Fue un viaje en grupo con mis amigos del programa Erasmus, pero la realidad es que no hay tantas cosas qué hacer, nos metimos a un laberinto de espejos y planeamos lo que sería la primera fiesta Erasmus “grande” pero no sabíamos que esa iba a ser la última.

    Al día de hoy todos se han regresado a sus casas menos el grupo de mexicanos. Praga está desolada, fuí al súper a hacer compras para no salir en un mes y me pone triste que quizá el no salir en un mes se prolongará a no salir en todo el semestre de intercambio. Son tiempos difíciles pero quiero pensar positivamente y viéndole el lado amable, tendré muchas cosas que leer y aprender. En este blog escribiré sobre los libros que vaya leyendo, dejaré los libros aquí en Praga así que el blog se convertirá en lo único que me quede de esos libros.

    No sé cuándo se vaya a componer esto pero yo le calculo que para mediados de mayo voy a tener chance de salir sin miedo. Por mientras a mantenerse con calma, estar con cuidado y mantener consciencia de que mientras que no haya vacuna va ser complicado volver a la normalidad que conocemos.

    UPDATE en el Blog

    1. En la pestaña de viajes pueden encontrar el mapa de viajes actualizado así como unos cuantos tips de mi parte.
    2. En la pestaña de libros pueden encontrar el librero digital de mis reseñas así como el hot list de autores y libros.
    3. En la pestaña de Guardian App ahora está la aplicación de Guardian App

     

    Angel Escamilla Rdz

  • Québec

    Québec

    C’est la vie.

    Sueño en un futuro tener una familia muy bonita en la que mis hijos/hijas crezcan en un entorno seguro y lindo en donde se puedan desarrollar en lo que a ellos les guste y formar parte de sus éxitos al estar presente apoyándolos y motivándolos. Sueño en que en un futuro no me tenga que preocupar por si mi hija no volverá de una fiesta, o si mi esposa se siente insegura en la calle. Me encantaría que ese sueño se pudiera hacer realidad en México, pero honestamente lo dudo mucho al menos en el mediano plazo. Así haya leyes que protejan los derechos de todas y todos, la falta de educación va estar presente por al menos otra generación más, y eso siento que es lo que más daño nos hace a todos.

    Por lo que desde el momento que anduve caminando por la calle en la madrugada, con audífonos puestos, bailando y sintiéndome tan libre como nunca en Toronto pensé en que ese sueño lo quería cumplir en Canadá. En Québec, se intensificó este sentimiento de seguridad, una de las primeras cosas que hice fue ir a un museo, me parece que era de arte, y este museo tenía sede en la antigua cárcel de la ciudad de Québec, la cual fue cerrada por falta de uso. Según recuerdo había solamente 1 caso de homicidio al año en la ciudad y los crímenes menores como asaltos o robos tenían la tasa per cápita una de las tasas más bajas del continente. Realmente era más probable que te murieras de frío que de alguien queriéndote matar.

    Pero no todo es miel sobre ojuelas, Canadá tiene muchas cosas bonitas pero tiene también otras cosas complicadas y en este viaje las pude experimentar un poco más de cerca. Don’t get me wrong, me parece que la Ville de Québec es el lugar más bonito que he conocido hasta hoy día, comí tantos Poutines y helados de Chocolats Favoris como me fue posible (me arrepiento un poco de no haber ido tanto al pollo St. Hubert y de no ser rico para ir todos los días al Cochon Dingue) y las personas que conocí en la escuela son súper top. Pero en esta ocasión me enfocaré en las cosas emocionales no tan positivas del viaje, para cosas bonitas de Québec en el invierno Alan X El Mundo hizo un muy buen reportaje patrocinado por la secretaría de Turismo de Québec, te recomiendo esos videos, y si no los ves, tal vez luego les comparta los bonito que es el ir por un SBUX al Château Frontenac, cascadas congeladas,  ver la calle Petit Champlain, y en general todo el viejo Québec, así como el hotel de hielo.

    En Québec sentí la soledad quizá por primera vez en mi vida. Hay varios aspectos que contribuyan a ese sentimiento. En primer instancia, fue la primer navidad que pasé fuera de casa. Hice videollamada con mi familia y estaban cenando deliciosamente, pasándola bien agusto, en mi caso, la cena de navidad fue a las 7 de la noche y era carne de búfalo con verduras con mi homestay un señor que sí era buena onda, pero al día de hoy no me acuerdo de su nombre. Después de cenar platiqué con mi familia y pasé navidad viendo Netflix, solo en mi cuarto. Otra cosa que afectó fue el idioma, resulta ser que el Francés Québecois es más complicado de entender, y de por sí yo no era muy bueno con lo que ya traía en la mochila, pero fue mejorando con el tiempo y por ahí de la mitad del viaje me compuse del rezago que traía.

    No creo que el clima jugara un papel importante respecto a cómo me sentía, el constante peligro de congelarme en una estación de autobús fue peligroso pero divertido. En cuanto a salud conviene, un día me enfermé por comer Cheetos y entendí las letras chiquitas del sistema de salud universal canadiense, si bien todos tienen seguro médico, digamos que el sistema de seguridad social funciona en torno a prioridades. El cuerpo médico y de enfermería es limitado por lo que el sistema de salud se enfoca en atender los casos que son más críticos. Para mi mala suerte el sistema de salud más deficiente es el de la provincia de Québec y particularmente el de la Ville de Québec. Para ejemplificar, digamos que te duele la cabeza, vas al hospital que te quede más cerca y va a haber otras 30 personas en fila, cada una va ir con la recepcionista y le va decir cuál es el problema que tienen, la recepcionista les va dar un número y se les asigna un número de prioridad, si de las 30 personas 5 tienen un hueso roto, hay sangre involucrada o tienen que entrar a un quirófano, probablemente no vas a pasar en almenos 1 hora y media, ya que un dolor de estómago, de cabeza o una fiebre es la última prioridad, y no te van a dar la receta médica hasta que consultes, y sin receta médica no hay medicamento. Me terminé curando por una medicina tipo Pepto Bismol que vendían en la farmacia.

    Estando en Québec empecé a darle forma al plan que tengo para emigrar a Canadá y llegué a una conclusión, hacer lo que tengo planeado hacer va costar. Por lo que me puse a hacer cuentas de cuánto tenía que estar generando y ahorrando una vez que empezara a trabajar. La meta en ese entonces era de casarme e irme a vivir a Canadá para 2025, y hoy la idea de casarse ya no es vigente e inclusive pienso ir para allá lo antes posible acabando de estudiar en la universidad. Las cosas han cambiado, el dólar canadiense antes estaba en 13 pesos, las colegiaturas y los precios de vivienda en Toronto van a seguir subiendo así que vale la pena apurarme para que no se me complique ese sueño.

    Estando en el Musée National des Beaux-Arts du Québec ví la exhibición de arte que más me ha encantado hasta hoy. Era de Riopelle y Mitchell, que son como el Frida Kahlo y Diego Rivera Québecois. La sala te mostraba cronológicamente cómo la pareja de artistas se fue desarrollando, en algún momento empezaron a tener influencias de sí mismos y con cada etapa de su vida, como con la separación de ambos, les afectaba en su expresión artística. En la conexión de un edificio a otro podías encontrar L’hommage à Rosa Luxembourg, un mural/tríptico de más de 40 metros de longitud hecho por Riopelle cuando se enteró de la muerte de su amada Joan Mitchell.

    Para pasar año nuevo me lancé a la ciudad de Montréal, y me gustó bastante. Tiene onda Montréal, hay arte por todos lados, el metro de ahí es al más moderno que he visto, en aquél tiempo no podía ir a bares pero se sentía muy buen ambiente afuera de la zona universitaria, sin embargo creo que me había tocado el día más frío del año, estábamos a -26 grados con sensación térmica aún peor. Noté una vibra más joven y relajada (y posiblemente una mejor calidad de vida) en Montréal respecto a Toronto, está de más decirlo pero las caras más bonitas que he conocido estaban ahí, la gente fue bastante linda cuando le decía que quería practicar el francés y subir el Mont-Royal fue una actividad que me encantó.

    Normalmente tengo muy buena suerte, y al regresar a México esa suerte se hizo presente. Cancelaron mi vuelo y me dejaron varado un día completo en Toronto,  pero varado con un cuarto de hotel bastante descente y con comida incluída, muchas gracias Air Canada, se ganaron un cliente de por vida. Aproveché al máximo mi tiempo y los vales de comida que me dieron, esa vez comí como 30 alitas en el hotel y la hamburguesa más cara que había en el aeropuerto. Ese día entra en mi top de los mejores días de mi vida, pueden encontrar más respecto a ese trip de un día en el blog que escribí de Toronto. Les dejo el link.

    Definitivamente quiero regresar a Québec y mostrárselo a mi familia, si es una belleza verla repleta de nieve ya quiero ver cómo se pone con sol y los jardines y bosques tan extensos que tiene. Por hoy me conformo con poder decir Ch-t’alle.

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    Angel Escamilla Rdz

  • Toronto

    Toronto

    Playing it right, playing it perfect.

    Cuando entré a prepa mis papás me motivaron a que le echara ganas en la escuela para que en el último semestre me fuera de viaje a Toronto. Fueron 3 semestres difíciles en el CIDEB, a decir verdad no me gustaron mucho, pero había mantenido un buen promedio escolar, por lo que me fuí a estudiar inglés 5 semanas a Toronto. No sabía lo que me esperaba, me enamoré de esa ciudad casi desde el primer día que llegué.

    Toronto es la ciudad más multicultural que existe. La mitad de la gente que vive en Toronto no nació en Canadá y es la ciudad que recibe más migrantes del continente. Ontario legalizó en 2003 el matrimonio igualitario. Toronto es la ciudad que está creciendo más en la industria tecnológica, y tiene las puntuaciones más altas en índices de seguridad, salud, educación, cultura, y todos los parámetros relacionados con calidad de vida. Se hablan más de 170 idiomas y dialectos y la ciudad se beneficia económicamente y culturalmente de la diversidad que existe. Por último, la ciudad es también la capital artística, cultural, deportiva y de entretenimiento del país.

    The Toronto Region is the economic engine of both Ontario and Canada and a critical driver of the North American economy. Home to 7.7 million people, we are a vibrant, innovative, inclusive, and thriving region of connected, interdependent cities.

    Les recomiendo vean cómo Toronto se vende ante inversionistas de todo el mundo. Aquí les dejo el link en donde pueden encontrar el Bid que hizo Toronto para ser la sede del Amazon HQ2. Como dato interesante, hasta el primer ministro, Justin Trudeau participó en esta propuesta e hizo una carta dirigida a Jeff Bezos para que la inversión la hiciera en Canadá. Tomé algunos datos para ejemplificar en los párrafos anteriores.

    Amazon HQ2

    Hansa Language Centre en Younge and Eglington es una de las responsables de que hable y entienda bien inglés, las clases eran buenísimas. Recuerdo que los maestros además de que eran muy agradables les gustaba lo que hacían. Aprendí bastante de Marketing y English for Business y hasta el día de hoy hago referencia a lo que aprendí en clases de Marketing en esa escuela de idiomas a pesar de que llevé algunas clases de Marketing también en la carrera. La escuela me quedaba a menos de 10 minutos caminando desde mi casa y estaba muy cerca de la estación del metro, de la cuál saliendo de clases solía ir a visitar cualquier lugar. Todos los días hice algo diferente y la de todas formas no acabé de conocer la ciudad por completo.

    La casa en donde me quedé estaba muy bien ubicada, estuve viviendo muy cerca de la estación Davisville con un Homestay llamado Sergio Martucci y unos roomies que también estaban en prepa. Mr. Martucci era un señor grande de edad, recuerdo tenía más de 80 años,  que había venido de Italia a trabajar en Canadá en una estación de televisión. El señor ya se había jubilado, pero se mantenía ocupado trabajando medio turno en la misma estación, lo que quiere decir que además que los ingresos que tenía por tener a 6 personas viviendo en su casa, ganaba lo de su pensión y medio turno. Un tipazo, varias veces le ayudé a prender la computadora y mandar emails, era muy divertido platicar con él, era de ideología política Conservadora pero nada que ver con lo que se podrían imaginar, los conservadores canadienses puede que sean lo más liberales que ha visto México.

    Hice bastantes cosas en Toronto, el calendario lo tenía lleno de actividades que se hacían en grupo. Casa Loma, High Park, Harbourfront Centre, ir a un partido de Hockey, visitar la CN Tower, acuario de Toronto, Art Gallery of Ontario, Royal Ontario Museum y Chinatown fueron los lugares que me gustaron mucho y recuerdo muy feliz. El viaje también incluía un trip a New York City en año nuevo y a Niagara Falls, y los dos lugares me encantaron, por un lado pude estar en el Ball Drop de Times Square y recorrer lo más representativo de la gran manzana, y por otro lado la ciudad de Niagara on the Lake se me hizo de lo más bonito y con más contraste respecto a Toronto. Creo que ahora se podrán imaginar por qué es que me gustó tanto estar ahí, definitivamente Toronto es una ciudad que difícilmente se puede conocer en un fin de semana y gracias a Dios estuve ahí suficiente para conocerla un poco más a fondo.

    En Toronto descubrí algo que no sabía de mí, y me refiero a lo mucho que me gusta caminar en la noche, con clima fresco, escuchando música. En Monterrey no puedo hacer esto a gusto porque al traer unos audífonos me siento expuesto a que me asalten y menos alerta ante cualquier emergencia. Es algo tan simple pero me da una paz indescriptible, inclusive ahorita que estoy en Praga, los números no mienten, la seguridad en Canadá era y sigue siendo garantía. Además la gente ayuda, la mayoría es muy amable y gentil, a distinción de la república Checa en dónde la gente así es la excepción. Recuerdo cómo al estar perdido la gente se daba cuenta que estaba perdido y sin pedirles ayuda llegaban a indicarme dónde es que estaba la estación de metro más cercana. También cada que iba por PizzaPizza, Tim Hortons, o cualquier comida, la gente sonreía y hasta me sacaba plática en la fila.

    Hice ese video  con imágenes del viaje, y el siguiente video fue el que me gustó más.

    Después tuve chance de visitar Toronto por una noche cuando fuí a Québec debido a que el aeropuerto retrasó mi vuelo de regreso a Monterrey. Tuve hotel y cena gratis, me subí a la cima de la CN Tower y caminé por las calles frías una vez más. Platiqué con una brasileña que andaba turisteando igual que yo.  Pasé por el Eaton Centre, el Nathan Philipps Square, Younge-Dundas Square, y el Harbourfront Centre. El Uber que me llevó a la CN Tower y ese día en general me dijeron: “Bro, you are a really lucky guy.”

    Regresando de Toronto me dieron ganas de enfocarme con vistas hacia irme a vivir a esa ciudad, y aquí estoy hoy en día siguiéndole echando ganas para irme pronto allá y ofrecerle también esa calidad de vida a mi familia todos los días y no nadamás durante cinco semanas. Quiero regresar en el futuro y leer este blog, en el que digo One day… y volver cuando ya esté allá diciendo Day One.

    Angel Escamilla Rdz