Angel Escamilla es Candidato a Máster en Fintech, Blockchain y Mercados Financieros por la Universidad de Barcelona. Cualquier consulta mandar un correo a contacto@angelescamilla.com
¿Alguna vez te has preguntado cómo las apps de servicios financieros funcionan o lo difícil que sería vivir sin ellas? Pues este blog es para tí, bienvenido al mundo del Open Banking y el Banking as a Service! Imagina que tu app de crédito o de inversión favorita como si fuera un superhéroe, capaz de acceder a tu información financiera de una manera súper segura, y así ofrecerte exactamente la solución que necesitas, como si fuera un traje a tu medida, todo gracias a esta nueva onda de innovación llamada Open Banking.
Hoy vamos a desenmascarar este mundo digital: ¿Qué es Open Banking y por qué está transformando la forma en que usamos el dinero? Y no te preocupes, no necesitas ser un genio de las finanzas para entenderlo. Aquí estamos para explicarte cómo este nuevo rollo está impactando nuestras vidas, haciendo que las finanzas sean más accesibles, transparentes y emocionantes. ¡Empecemos!
En el turbulento ecosistema financiero, ha surgido un término que está cambiando la forma en que entendemos la banca: Open Banking. Este fenómeno no es solo una nueva moda, sino más bien una revolución que redefine cómo interactuamos con nuestras finanzas diarias.
En su esencia más simple, Open Banking es como un destape en el mundo financiero. Imagina que tu banco ya no es una caja fuerte impenetrable, sino más bien una habitación con ventanas abiertas. Antes, toda tu información financiera estaba atrapada en ese cuarto, y solo tu banco tenía acceso, muchas veces sin hacer uso de lo que se guardaba. Pero ahora, con Open Banking, es como si abrieras esas ventanas y permitieras que la luz (o en este caso, tus datos financieros) fluyera hacia afuera con la intención de que pueda ser aprovechada esa información para proporcionar mejores servicios financieros.
Entonces, ¿cómo difiere esto de la banca tradicional que conocemos y toleramos? En la banca clásica, tu información financiera es como un tesoro guardado en un cofre fuerte. Solo tú y tu banco saben lo que hay dentro, y para acceder a él, generalmente debes ir físicamente al banco. Es como tener tu propio cofre, pero uno que no puedes llevar contigo fácilmente.
Aquí es donde Open Banking cambia el juego. Ahora, tus datos financieros no están atrapados en un cofre. Están más bien como en una sala con ventanas abiertas. Puedes autorizar a diferentes aplicaciones y servicios para que entren y utilicen esa información, siempre y cuando tú lo permitas. En lugar de ir físicamente al banco, puedes llevar contigo esa sala virtual a donde quieras, siempre que tengas tu teléfono o computadora. Este cambio no solo nos brinda más control sobre nuestras finanzas, sino que también allana el camino para servicios más personalizados y adaptados a nuestras necesidades individuales. En el viaje hacia el futuro financiero, Open Banking es la brújula que nos guía hacia una experiencia más conectada y centrada en el usuario.
Ahora, este destape en la innovación ha traído a la mesa un nuevo modelo de negocio que apenas empieza a desarrollarse llamado “Banking as a Service” (BaaS). Este concepto no solo redefine la relación que tenemos con los bancos, sino que también democratiza el acceso a servicios financieros al permitir que terceros ofrezcan estos servicios utilizando la infraestructura de un banco.
Imagina a un banco como una gran casa con muchos cuartos llenos de servicios financieros: cuentas de ahorro, préstamos, transferencias de dinero, entre otros. Antes, solo el propio banco podía abrir esos cuartos y ofrecerte esos servicios. Pero con BaaS, es como si el banco decidiera alquilar esos cuartos a otros negocios.
Tomemos el ejemplo de una empresa tecnológica emergente. Imagina que tienen una idea brillante para una aplicación que simplifica la gestión de las finanzas personales. En lugar de construir desde cero todos los servicios bancarios, pueden alquilar esos servicios de un banco que le interesa el BaaS. En este escenario, el banco proporciona la infraestructura, como cuentas de usuario y sistemas de seguridad, y la empresa tecnológica construye la interfaz y las funciones específicas de su aplicación, apalancados de los datos que decidas compartir y el expertise que ya tiene la empresa en tecnología, creando un traje a la medida para el cliente o usuario final.
Un caso real de BaaS es el programa de desarrolladores de BBVA en España. BBVA proporciona una serie de herramientas y servicios bancarios a desarrolladores externos, permitiéndoles construir aplicaciones innovadoras sin tener que empezar desde cero.
Este enfoque no solo beneficia a las empresas de tecnología emergentes, sino que también permite a empresas de diferentes industrias ofrecer servicios financieros sin tener que convertirse en bancos completos. Imagina a una empresa de comercio electrónico que, además de vender productos, ofrece a sus clientes préstamos o servicios de pago. Con BaaS, no necesitan construir toda la infraestructura bancaria; simplemente se asocian con un banco que ya tiene todo en su lugar para generarle más clientes y tú como empresa tener un brazo financiero más fuerte.
Hay un concepto clave en el BaaS: Las famosas APIs.
En el paisaje financiero contemporáneo, la apertura de APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones) se ha convertido en un motor clave de transformación. Este concepto no solo redefine la manera en que los bancos gestionan la información financiera, sino que también empodera a consumidores y empresas al proporcionar un acceso más directo y personalizado a sus datos.
Imaginemos una API como una ventana digital que conecta a los usuarios con la vasta cantidad de información financiera que almacenan los bancos. Antes, acceder a esos datos era como entrar a una bóveda segura: solo el banco tenía la llave y decidía cuándo y cómo permitir el acceso. Con la apertura de APIs, esta bóveda se convierte en una ventana transparente, permitiendo a los usuarios acceder a sus datos y compartirlos con terceros de manera segura y controlada.
Un ejemplo claro es el acceso a datos de cuentas bancarias. Antes, si querías usar una aplicación de gestión financiera, tenías que ingresar manualmente cada transacción. Con la apertura de APIs, estas aplicaciones pueden conectarse directamente a tu cuenta bancaria y acceder a la información de manera automatizada y segura. Es como si tu banco te diera la posibilidad de invitar a un contador digital que organiza y analiza tus transacciones por ti.
Aquí te comparto algunos casos de uso prácticos:
- Aplicaciones de Presupuesto Personal:
- Ejemplo: Una aplicación de presupuesto personal puede conectarse a la API de tu banco para acceder automáticamente a tus transacciones. Esto permite una gestión financiera más precisa y en tiempo real, generando consejos personalizados basados en tus patrones de gastos.
- Servicios de Inversión Automatizada:
- Ejemplo: Un servicio de asesoría financiera automatizada puede acceder a la información de tus cuentas para analizar tu perfil de riesgo y crear una estrategia de inversión personalizada. Esto democratiza el acceso a servicios de inversión que antes estaban reservados para clientes con grandes patrimonios.
- Préstamos y Evaluación Crediticia:
- Ejemplo: Solicitar un préstamo puede ser más rápido y justo con la apertura de APIs. Los prestamistas pueden acceder a tu historial financiero de manera segura y evaluar tu capacidad crediticia de manera más precisa, permitiendo tasas de interés más personalizadas.
- Integración con Plataformas de Comercio Electrónico:
- Ejemplo: Al conectar la API de tu cuenta bancaria con una plataforma de comercio electrónico, puedes recibir recomendaciones de productos basadas en tus hábitos de gasto. Además, los procesos de pago pueden ser más rápidos y seguros al aprovechar la información directa de la cuenta bancaria.
Y cuáles son los Beneficios para Consumidores y Empresas con las APIs:
- Mayor Control: Los consumidores tienen un mayor control sobre sus datos y cómo se utilizan.
- Innovación Financiera: Empresas fintech pueden ofrecer servicios más avanzados y personalizados.
- Eficiencia: Automatización de procesos financieros, ahorrando tiempo y reduciendo errores.
Pero no todo es color de rosa, si bien la era del Open Banking ha traído consigo una serie de cambios revolucionarios, también plantea desafíos significativos. A medida que las instituciones financieras y los consumidores exploran las oportunidades de una mayor conectividad, las preocupaciones de seguridad y privacidad de datos se sitúan en el centro del escenario, junto con posibles barreras que podrían obstaculizar la adopción generalizada de este modelo.
Uno de los mayores desafíos en el camino hacia el Open Banking es garantizar la seguridad de los datos financieros. Al abrir las puertas digitales a terceros, se crea un entorno donde la información sensible puede estar más expuesta a amenazas cibernéticas. Los ciberdelincuentes buscan aprovechar las vulnerabilidades en las interfaces de programación, lo que plantea riesgos significativos para la integridad de los datos y la confianza de los usuarios.
Ejemplo Práctico: Imagina que una aplicación de gestión financiera sufre un ataque cibernético, comprometiendo los datos de miles de usuarios. Este escenario ilustra la importancia crítica de establecer protocolos de seguridad robustos en el Open Banking.
Sobre la Privacidad de Datos: El Dilema entre Conveniencia y Resguardo
La compartición de datos facilita la personalización de servicios, pero también plantea dilemas éticos y de privacidad. ¿Hasta qué punto los usuarios están dispuestos a permitir que sus datos financieros sean utilizados para obtener beneficios personalizados? La gestión ética de esta balanza es un reto clave en el camino hacia un Open Banking sostenible y aceptado por la sociedad.
Ejemplo Práctico: Un banco que comparte datos para ofrecer anuncios altamente personalizados podría generar una experiencia positiva para algunos usuarios, pero podría causar incomodidad en aquellos que sienten que se cruza la línea de su privacidad.
Sobre las Barreras para la Adopción: Más Allá de la Resistencia Inicial
A pesar de los beneficios potenciales, la adopción masiva del Open Banking enfrenta resistencias. La falta de comprensión sobre cómo funciona, los temores relacionados con la seguridad y la lealtad arraigada a modelos bancarios tradicionales son obstáculos que deben superarse. La educación y la transparencia son fundamentales para aliviar estas preocupaciones y fomentar una transición fluida hacia el nuevo paradigma.
Ejemplo Práctico: Un usuario que ha utilizado los mismos servicios bancarios durante décadas puede mostrarse reticente a adoptar un enfoque más abierto, especialmente si no entiende completamente cómo se protegerán sus datos.
En conclusión, el Open Banking representa una revolución en la forma en que interactuamos con las finanzas. Si bien nos brinda oportunidades emocionantes para una mayor conectividad y servicios personalizados, también plantea desafíos críticos en términos de seguridad, privacidad y aceptación general. Al abordar estos desafíos con diligencia y colaboración, podemos allanar el camino hacia un futuro financiero más accesible, transparente e innovador.
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