En los últimos 5 días he conocido la cultura de Flandes y he quedado impresionado. Llevo más de 90 kilómetros recorridos a pie en las principales ciudades de Flandes: Gent, Antwerpen, Brujas y Bruselas. Cada ciudad tiene su encanto y vibra, y me parece increíble cómo se puede encontrar tanta diversidad en un territorio que no es tan grande, Oaxaca por sí solo es más grande que Bélgica, pero no encontré ninguna diferencia cultural de los tantos municipios Oaxaqueños.
Mi ciudad favorita probablemente fue Gent. Esta ciudad tuvo su apogeo en el siglo 13 y está situada estratégicamente entre dos ríos, uno que da hacia Antwerpen y otro que viene de Francia. Y todo aquél que quería comprar o vender del Reino Unido o Francia tenía que pagar su peaje e impuestos a los gantéses. Los impuestos los cobraban los condes, que eran de 6 distintos gremios, y poseían las llaves de oro que eran necesarias para añadir o retirar una ley en la ciudad, la ley se encontraba en el Belfort, siendo este el primer contrapeso político mucho antes de la revolución francesa. Al tener este contrapeso político, los comerciantes lograron desde muy temprano el tener derechos mercantiles, y experimentaron una bonanza económica que en cualquier otra civilización llegaría hasta siglos después. Los comerciantes se estaban haciendo muy ricos y estaban amasando tanto poder que el gobierno empezó a temer, como forma de intimidación se decidió construir un castillo para los condes en frente de los mercados principales. Este castillo, que es una copia de un castillo de Siria (África) era muy frío por su diseño, por lo que el arquitecto tuvo que inventar el concepto de chimenea para que fuera habitable. Después funcionó como escenario de ejecuciones, calabozo, y lugar en donde estuvo operando la inquisición. En el siglo 13 Gent fue la segunda ciudad más grande del mundo, solamente por debajo de París. Pero dejó de crecer cuando cayó en manos de la monarquía española. En esa época, los impuestos recabados por la ciudad para la corona española eran tantos, que era la ciudad que más aportaba al imperio español. Por lo que en forma de huelga, los ganteses dejaron de pagar por 5 años. El rey reaccionó con violencia, mandó a Gent a su mejor escuadrón de guerra y capturó a 200 de los hombres más ricos, los hizo que desfilaran desnudos y con una soga al cuello, al final mató a la mayoría, y el resto huyó de la ciudad. Este desfile se retomó hace años para darle un significado distinto, es un desfile de honor en el que se eligen a 200 ciudadanos que destaquen, se les da un reconocimiento y una soga parecida, como símbolo de orgullo gantés, “prefiero morir, a no luchar por la justicia”.
En 2003 quisieron cambiarle el aire a la zona del castillo e hicieron un concurso en el que le preguntaron a la gente de Gent, cómo podían remodelar el área para que fuera más amigable o se sintiera buena vibra. La idea ganadora fue de una niña de 13 años, y fue la siguiente: “Los faros que iluminan esta cuadra deberán estar conectados con el hospital materno de Gent, y cada que nazca un bebé las luces van a iluminarse con mayor fuerza.” Al día de hoy cuando está por nacer un bebé, los familiares acostumbran ir a alguno de los restaurantes de esta plaza y celebrar cuando las luces se alumbran con mayor fuerza.
Este año se va inaugurar el estacionamiento de bicicletas más grande de Europa, y pienso yo que debe de ser uno de los más grandes del mundo. La ciudad está entablando esfuerzos para que sea libre de fuentes de energía fósiles para 2025. Y viajar en transporte público es muy sencillo y práctico. No es comercial, pero todo eso me pareció impresionante.
En cuanto a la arquitectura, a mi parecer la ciudad más bonita es Brugge, pero no tiene nada moderno, la ciudad pareciera estancada en la época medieval, es un verdadero pueblo mágico. Bruselas y Antwerpen las sentí como ciudades más dinámicas y en las que me sentiría más cómodo viviendo, pero sin duda alguna todas son increíbles. Las papas fritas y los chocolates son deliciosos, aunque puede que mi opinión esté sesgada ya que comí con mucha hambre después de haber caminado muchísimo, probé una hamburguesa de pollo de 10 estrellas también.
Sin más por el momento, descansaré que mañana conoceré Praga y ya saben que Praga no le pide nada a nadie.
Angel Escamilla Rdz