De vino se lo mismo que de física. Casi nada, pero me gusta y me interesa. Le deseo a todo mundo que un día puedan llegar a su casa con hambre y estrés y sigan el ritual del vino con el que me topé la primera vez que fuí a una Cata. No puedo hacer que se hagan expertos en vino, pero creo que sí les puedo dar algunos datos interesantes para que no les cuenten el día que les toque comer con vino.
El ritual del que hablé hace un momento es el de estar presente y utilizar los 5 sentidos para deleitarse con el vino y lo que sea con lo que estes maridando. En este caso omitiré el olfato y el gusto, porque son los sentidos más obvios a utilizar. Mindfulness se define como estar atento de manera intencional a lo que hacemos, sin juzgar, apegarse, o rechazar en alguna forma la experiencia.
Vista
Es bien sabido que el lagrimeo del vino, las gotas que caen en las paredes de la copa cuando se agita, puede decirnos el grado de alcohol con el que este cuenta. Entre más rápido bajen las lágrimas del vino, mayor es el grado de alcohol, aunque no siempre se pueda sentir eso por los sabores que desprende la uva.
Además de que el color y el brillo del vino nos pueden brindar información muy importante como su edad. Los tintos se transforman anaranjados en las orillas hasta pasar a tonos marrones. Los rosasdos dejan de verse tan brillosos y frescos y toman un color salmón. Mientras que los blancos pasan de amarillescos a verdosos, o dorados.
A todo esto influye mucho la limpieza y calidad de la copa, así como la iluminación que haya al momento de consumir la copa.
Tacto
Con el tacto podemos identificar la temperatura. Y me refiero a la física y la táctil. El vino debería permanecer una temperatura fría, en ningún caso mayor a 18 ºC y a eso es lo que se le considera la temperatura física. Y hablando de la temperatura táctil se refiere a la sensación térmica que produce el ingerirlo, ya sea que esté fresco (por el grado de acidez) o cálido (por el grado de alcohol).
Por último, y me parece que esto es más de tomadores intermedios, podemos encontrar el tacto en las sensaciones que deja el vino por el paso de la boca puede ser suave, aterciopelado, áspero o astringente.
Oído
Honestamente no creo que el oído sea fundamental para disfrutar una copa de vino, pero al mismo tiempo preferiría tomar una copa de vino en un restaurante tranquilo y relajado que en un concierto de Heavy-Metal.
Pero no va por ahí, lo que dicen los que saben es que el sonido que produce descorchar un vino debe ser la que estamos acostumbrados para asegurarnos de su calidad, ni se diga en el caso de los vinos espumosos (Champagne) donde el descorche es tan característico. También debemos de prestar atención en el sonido que se produce al vertir el vino en la copa, es muy peculiar y diferente al que se produce cuando se sirve agua o cualquier otra bebida.
Después de pensar en el sonido que hace el vino al caer en la copa me terminé de convencer de que este último sentido sí es importante, pero bueno, con el tiempo les iré añadiendo más información de principiante que valga la pena entender por mera curiosidad.
Angel Escamilla